Para tallar como lo hacían los salish de la costa, hay que tener corazón. También se ha dicho: "Una vez tallador, siempre tallador". El amor por el cedro o cualquier otro material que se utilice, el amor por las historias, la aventura de todo el evento, desde coger la herramienta de tallado y elegir el árbol adecuado u otro material, pasando por la primera impresión que se tiene en la mente, hasta el producto tallado final: cada obra de este arte se convierte en una obra de amor, no solo en un desafío. Decir: "Una vez tallador, siempre tallador" se convierte en un desafío para el funcionamiento de tu mente como joven tallador. El tallado , sin importar cuánto tiempo lleve, saca a la superficie del arte más de lo que esperas. Ya te has convertido en un narrador o un historiador una vez que tallas, una vez que estudias el tótem y finalmente lo cubres y le añades tu toque personal. Tu mundo se ha expandido sin que lo sepas. Ya eres una persona muy importante para tu familia y tu comunidad sin saberlo. Puede que sea mejor que no lo sepas. Por favor, escucha esta historia.

Mi padre aprendió de su padre, que nació alrededor de 1846. También aprendió de su abuelo Salaphalano, un sacerdote de la tradición Longhouse que debe haber nacido cerca de 1800. Sin una educación formal, mi padre nos construyó una casa de dos pisos. Y así es como sé que un tallador puede pasar del arte a la construcción, y la construcción puede ser arte. Así que nos construyó esta casa de dos pisos. Lamentablemente, se quemó. Estaba en la esquina de Slater Road y Lake Terrell Road. Ahora ese lugar está vacío. Era una vista hermosa. Tenía una escalera que comenzaba con una espiral de tres escalones y luego catorce hasta el nivel superior.

Mi hermano, que tenía un año en ese momento, y yo lo observamos mientras terminaba de construir la casa entera, y se volvió hacia nosotros y nos dijo: “Esta casa les pertenece”. Qué feliz recuerdo, porque era una casa hermosa. Pero sin educación para construir, sin ayuda de ningún tipo, la talla te da las herramientas. La talla te da las herramientas, las herramientas físicas, mentales y espirituales, y la adaptabilidad para pasar de la talla a la construcción. Ambas son formas de arte que requieren herramientas similares. Tal como se encuentra Lummi ahora, tiene muy poca historia evidente para el visitante.

Un visitante puede venir y observar el lugar y no ver nada más que pájaros y árboles y el camino y tal vez uno o dos indios caminando. No tienen una historia evidente, y eso es lo que necesitamos. Por eso necesitamos que ustedes presenten sus historias a la comunidad: su interpretación, su conocimiento. Los grabados son pocos y los que son evidentes no son tan obvios para la comunidad o el visitante ni tan cercanos a los libros de historia de los últimos años como deberían serlo.

Los tótems de diversas formas y materiales en todo el mundo albergan una valiosa historia de sus localidades. Contienen más de lo que pueden contar los libros de historia de su escuela. Los sentimientos sinceros que motivaron su creación perduran siglos después de su creación inicial.

Los libros de historia necesitan ayuda. Las familias necesitan ayuda. Por su historia, las tribus no deberían negar la historia que tienen como su primer tótem. Los talladores de hoy están listos para ayudarle a transmitir su conocimiento con este arte. Todo lo que necesitan es que usted lo comparta. Nunca estuve tan contento como cuando estaba sentado en un funeral reciente y un joven desconocido para mí se me acercó y se presentó como el hijo de David Wilson. David Wilson es un muy buen tallador y tiene experiencia en la talla. Entonces este joven se me acercó y se presentó y se alegró de que yo fuera un narrador de historias y de que recibiera algún conocimiento de mí. Y yo estaba muy feliz por esa oportunidad. Por favor, dese a conocer dondequiera que vaya como tallador.

Liberen ese conocimiento. Su familia los necesita, y también su tribu. Ahora bien, esta historia de la talla tiene un largo recorrido, mental y físico, físico y espiritual. La talla es el resultado de un sueño, de una visión, de un mensaje espiritual. Es posible para cualquier persona, de cualquier edad, y para los jóvenes en particular, recordar sus sueños. Y así, mi amado pueblo, cuando escuchen mi voz, recuerden que mi voz les está transmitiendo un mensaje.

Para quienes me escuchan desde cualquier lugar, nuestra historia indígena carece de conocimientos. Carece de espíritu de supervivencia. Lo ocurrido en Wounded Knee ocurrió hace apenas cien años. No hace mucho más de cien años que el estado de Washington se convirtió en estado y las tribus se vieron obligadas a firmar tratados de paz.

Pero cuando se eliminan cosas, siempre son reemplazadas por el Gran Espíritu. Todo lo que el Gran Espíritu elimina, como las esculturas, el arte, la historia y el amor, es reemplazado, reconstruido, revitalizado y llevado a sus hijos y nietos. Les agradezco que estén donde estén, pero los necesitamos. Gracias.

Este extracto es del libro "A Totem Pole History" de Pauline R. Hillaire.